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Dentro de la práctica budista, existen tres niveles o pasos. En el primero de ellos se busca reducir el apego hacia esta vida. En el segundo se busca eliminar el deseo y el apego hacia el samsara. Y en el tercero se busca eliminar la actitud auto centrada.

SS. el Dalai Lama

Convertirse en monje o monja budista es algo realmente significativo, es una forma valiosa de vivir tu vida y de beneficiar a otros. Somos muy afortunados de que la tradición monástica iniciada por el Buda siga vigente en nuestros días, todo esto es gracias a la devoción, la dedicación y el esfuerzo de muchos miles de monjes y monjas asiáticos en los últimos 2500 años. Y aunque existe un gran beneficio al tomar la ordenación, la vida de un monje y una monja también trae consigo una profunda responsabilidad con uno mismo y con los demás.

Conocer las enseñanzas Budistas
Antes de tomar la decisión de ordenarse, uno debe de tener una base sólida de las enseñanzas budistas, tales como las cuatro nobles verdades, el noble octuple sendero y los estadios del camino hacia la iluminación (Lam Rim). Tradicionalmente un estudiante que solicita la ordenación ya ha estudiado y practicado por algunos años bajo la guía de un maestro calificado. Si estás comenzando, busca en tu área local un centro o grupo de estudio en el que puedas desarrollar un entendimiento de las enseñanzas, tener el apoyo de otros estudiantes de Dharma y contar con la guía de un maestro calificado.

Tener un guía espiritual
En cualquier tarea que nos involucremos, necesitamos a alguien que nos enseñe y nos guíe. Esto que aplica en especial en nuestro camino espiritual, en donde un maestro adecuado puede proporcionarnos la guía necesaria para tener éxito en nuestra práctica. Nuestro maestro nos puede ayudar a establecer las bases para la vida monástica, y puede entender cuándo es que estás listo para adquirir el compromiso necesario y tomar los votos monásticos en la ceremonia de ordenación. Necesitas contar con un maestro que te de permiso de ordenarte, y es necesario seguir alguna de las tradiciones budistas (ejemplo: Theravada, Tibetana, etc.).

La puerta de entrada al camino Budista
Tomate el tiempo necesario para fortalecer y desarrollar tu práctica espiritual. Una vez que comprendas el valor de las enseñanzas del Buda y que sientas que estas enseñanzas son apropiadas para tu propio desarrollo espiritual, el siguiente paso para recorrer el camino es considerarte a ti mismo como budista y tomar “refugio”.

Es muy importante fortalecer tu propia práctica tomando los “votos laicos”, esto es una preparación en la que te das cuenta el significado de vivir con votos; muchos estudiantes también toman el voto de celibato por un periodo, antes de tomar la ordenación. Conócete a ti mismo para que sepas si te sentirás bien siendo un monje o una monja.

Considerando la ordenación
Si te es posible, pasa un tiempo viviendo en una comunidad monástica, recibe el consejo de monjes y monjas sobre lo que implica ser un monje. Escucha las experiencias de monjes y monjas que han vivido con sus votos y que pueden compartir información práctica sobre como mantener tu compromiso con ese estilo de vida. Los miembros de la comunidad monástica se sienten contentos de tu interés en seguir el camino monástico y te apoyarán una vez que te ordenes. Hay información disponible en línea respecto a este tema.

Estamos desarrollando programas en los que practicantes laicos que estén considerando la ordenación puedan obtener experiencia y un entendimiento de la vida monástica en un ambiente propicio y protegido.

Un compromiso durante la vida
Los votos de monje o de monja se toman de por vida, por lo tanto es importante que antes de tomar la decisión, te tomes un tiempo y con cautela reflexionar en las ventajas que esto implica y en las desventajas que pudieran presentarse. En algunos monasterios de Asia, por ejemplo en Tailandia, se ofrecen programas y cursos de pre-ordenación, por general para hombres, en los cuales puedes vivir como monje por unos días, unas semanas, unos meses o unos años. Sin embargo, en la tradición tibetana, al ordenarse uno hace el compromiso para toda la vida. Aunque hay casos en los que individuos han tomado los votos y posteriormente los devuelven y regresan a la vida laica, sin embargo esto no es recomendable. Los votos se toman con la determinación de mantenerlos durante toda la vida.

Ser parte de la comunidad
Al hacerse monje o monja budista te integras a la comunidad de la Sangha. El propósito de la comunidad es estudiar y practicar las enseñanzas del Buda, y cuando sea posible, compartirlas con otros. Tradicionalmente, se recomienda que uno esté dentro de una comunidad por lo menos 5 años después de haber recibido la ordenación. Sin embargo, debido a que en muchas partes del mundo las comunidades monásticas están apenas desarrollándose, esto no siempre es posible. Así que en algunos casos, uno puede residir en un centro de Dharma bajo la guía y tutela de sus maestros. Uno debe investigar las posibilidades que hay de integrarse a alguna comunidad antes de ordenarse.

Vivir en comunidad significa que compartiremos nuestros recursos, nuestros hábitos, nuestra práctica y nuestra personalidad. El proceso de aprender a vivir en comunidad puede ser difícil, en particular debido a que muchos de nosotros hemos crecido en culturas individualistas. Así que para proteger nuestra ordenación, el vinaya (que es el código de conducta) para la vida monástica explica de manera explícita la forma en la que debemos vivir en comunidad.

Sobre tu manutención
Tradicionalmente, cuando uno se integra a una comunidad, recibe los requisitos básicos de comida, vestido, techo y medicina. Sin embargo, debido a que el budismo es relativamente nuevo en muchas partes del mundo, los recursos para apoyar a la comunidad monástica son limitados. Para aquellos que consideran la ordenación, es importante tomar en cuenta que hay recursos disponibles una vez que se haya tomado la ordenación, no antes. Muchos monjes y monjas ofrecen su trabajo y servicio a sus centros de Dharma locales, y a cambio reciben apoyo para cubrir sus necesidades básicas. El IMI también brinda apoyo dependiendo de los recursos que haya disponibles. Es contrario al Vinaya (el código de conducta) que los monjes y las monjas trabajen en labores mundanas para sostenerse. Aquellos que deseen ordenarse como monjes o monjas, deben de hablar sobre esta situación con su maestro o algún integrante de la Sangha con quien tengan una relación cercana para asegurar su estabilidad posteriormente a tomar la ordenación.